Cuando dos personas se atraen es porque fueron tocadas por esa mano invisible que guía al amor…por esa razón, una relación amorosa es como un tesoro que no solamente se debe de cuidar, sino incrementar para que mañana florezca con más fuerza...sin embargo, para que exista amor, para recibirlo, hay que saber darlo, repartirlo, compartirlo con generosa alegría, en la convicción de que todo aquello que entregues, te será devuelto igual, de la misma forma, como un regalo que tú apreciarás infinitamente…pero cuando una sola persona, se entrega y la otra cuestiona, es que existen dudas, existe desconfianza, cuando esa relación provoca confusión es mejor alejarse, es mejor partir, duele, claro que duele…ayúdame Dios mío...ayúdame a olvidarle...arráncame del alma esta pasión tan loca...ayúdame Dios mío...no quiero recordarle...prohíbele a mi boca que la vuelva a nombrar...si escribiste el destino de los dos con diferentes rutas no me dejes pecar al querer alcanzar lo que no puede ser...ayúdame Dios mío...ayúdame a olvidarle tronchando este cariño que no puedo evitar...ayúdame Dios mío...no quiero recordarle...quiero ser simplemente Muñeco Roto, y Dios, cuando creas que mi vida es un permanente fracaso, cuando ninguna palabra sea capaz de reconfortarme, ni ningún verbo sea la expresión de felicidad...entonces piérdeme en mi trabajo, piérdeme para olvidarla; Dios, en la vida me encontré con golpes fuertes que no pude evitar, mas fueron cosas que me dejaron sin aliento, con un sabor de sal y lágrimas, con sabor al mar, ese mar que envuelve pasiones, ese sabor salado, sin amor, y aunque en la vida sucede que no estamos solos y ante ello formamos cadenas de unión, no siempre con las personas acertadas, nos entregamos y damos todo y, la equivocación nos lleva más de una vez a escribir una frase del alma, un trozo de canción, mas es un pedido del corazón de sentirse amado por alguien, más ese alguien, muchas veces se fue, ya no está más, ya no quiere nada contigo, o simplemente no tiene el valor de decirlo y llegan los mensajes con ideas, emociones o sensaciones que, por demasiado débiles, o por otras causas, no llegan a ser percibidas por la conciencia, pero si por los sentimientos, es cuando ese alguien ya no nos quiere…¡qué difícil, Dios mío!...solo tú puedes ayudarme...ayúdame Dios mío...no quiero recordarle...quiero ser simplemente Muñeco Roto…