Quiero ser otro, dejar de ser Muñeco Roto y reencontrarme conmigo y decirme con sinceridad lo que de mí pienso, quiero otro para saber y conocerme más a fondo, e intentar si aún es posible, remendar los descosidos que seguramente llevo en mí, y que alguien destrozo mi corazón, pero que no sé mirarlos y que desde fuera se pueden apreciar con más exactitud, si fuera posible, hallarme los defectos que deben de ser muchos y alguna, ¿virtud?, tal vez si o tal vez no, pero remendándolo todo lo más pulcramente posible, escuchando y aprendiendo de los que saben, extrayendo de ellos, la sabiduría y dejando aparte lo sobrante, que seguramente es una carga innecesaria, soportándome algo más y haciendo que los demás me soporten, tan solo quiero ser otro, dejar de ser Muñeco Roto, cualquiera que me conociera y por lo tanto, que pudiera juzgar mi hacer y deshacer, con total libertad para así contármelo, sin reprocharle nada, tan sólo aprendiendo y siendo humilde, iniciando una nueva vida, porque merezco vivirla, merezco vivir el amor, sentirme amado y amar a ese ser que siempre esta en mis sueños, si fuera posible, hasta recobrar el equilibrio psíquico que tanto me atormenta, pero esto, ya sería otra historia que no tiene remiendo alguno, esto sí que lo he de llevar conmigo allá donde vaya, pero a la cual le he hallado el lado favorable, escondiéndome en el trabajo, noche a noche bajo la oscuridad del escenario, quiero ser otro y otro más, para que fueran dos los que me juzgaran con imparcialidad, que me sometieran a un interrogatorio comprensible, directo y sin estridencias, que yo entendiera para poder mejorar, aunque ya sé que cada cual carga con su entendimiento de las cosas, que para nada es coincidente, pero sería más fiable que una droga o la máquina de la verdad, si todo esto fuera posible, sería como verme en la cama vacía o frente al espejo, pero psicoanalizándome y que cada reflejo fuera otro con mi imagen, retrayéndome los pormenores y dejándome vulnerable a todo mal hacer, despojándome de todo sentimiento de culpa y retrayéndomelas todas, una a una, mas ya sé que es imposible, nadie ve el bosque cuando hay un árbol delante, que se lo tapa, ó ¿no quiere verlo? y, seguramente como yo hay infinidad, por no decir que todo el mundo, pero yo intento instruirme a mí mismo para así, intentar mejorar para con los demás, aunque lo veo complejo, pues nadie se sincera consigo mismo, todos se esconden en la oscuridad de la noche...