Escribir es como hacer el amor, mas no te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso, siempre deje caer tan solo un beso entre tus piernas, mientras mis labios caminaban hacia el sur de tu ombligo, que tiempo aquellos, pero con tantas esquelas, pienso hoy, cuantas te envié con mis reflexiones sobre la fatalidad de la vida de pareja, terminaron por ser cátedra para que tú, mi buena alumna, conmigo la probaras, quiero decirte con toda seguridad de que no fui la excepción, por el contrario, confirmé la regla tantas veces enunciada: el amor de la pareja es breve, que languidezca sólo es cuestión de tiempo, aunque Jamás, sin embargo, escribí pensando que tú o yo fuéramos parte del mundo que con pena describía, no disculpé la infidelidad para engañarte, sino para buscar tu vientre, y dejar caer ese beso travieso…en buscar tu afecto...tus caricias…la disculpé para amarte sin inhibiciones…no mencione la traición para justificar desliz alguno, lo hice bajo el temor de no ser tu más devoto amante…el erudito del amor y las traiciones, para serte fiel, se estaba llenando de razones…como en las enfermedades graves e incurables, en la infidelidad lo último que uno espera es padecerla…nunca sabe uno quien lo espera a la vuelta de la esquina: tal vez si no hubieras sido tú, hubiera sido yo quien claudicara…tenemos al fin y al cabo la misma sustancia de la especie humana…fallaste tú primero para fortuna mía, pues más fácil me cicatriza el corazón que la conciencia…mas nunca olvides de que el deseo muere automaticamente cuando se logra, fenece al satisfacerse…el amor en cambio, es eterno insatisfecho…porque siempre hay un poco de locura en el amor, mas también hay siempre un poco de razón en la locura…
No hay comentarios:
Publicar un comentario