Me recosté en mi cama vacía, me sentí solo, pero esa sensación que llamamos amor, tiene expresiones tan diversas, que resulta a veces imposible saber si nos referimos al mismo sentimiento…Hay un amor que ni nos ata ni nos esclaviza, tejido de bondad, buenas acciones y buen asintenciones; cuyo objetivo es nuestro semejante, el ser que sufre, el niño que sonríe; amor al prójimo lo llaman…Otro hay que nos liga hasta la muerte, nos enaltece, nos colma; es ejemplo de entrega y sacrificio; júbilo, tristeza o sobresalto en resonancia perfecta con el ánimo de quien nuestro amor motiva, es el amor filial y fraternal, un lazo familiar que sobrevive incólume al tiempo y la distancia…Es el verdadero amor que no reclama un pago…Otro hay ardiente, que nos quema, nos abrasa; de todos es el menos racional, el más intenso…Afecto desbordante de propósitos sublimes, pero en extremo posesivo y egoísta, temporal y tiránico, que termino por dudar si es un amor auténtico… Sin embargo lo anhelo y lo disfruto… Suele ser efímero, como suele ser el destino de todo afecto intenso…Es el que a los enamorados tocó en suerte…No trascienda fácilmente al verdadero amor, al que perdura…Se extinguió la pasión de un amor imposible, el de mi “Dama que me llenaba el camerino de las rosas amarillas”, pero hoy es la amistad más bella y trasparente…Que no lo tenga el Cielo en sus designios, pero si el día llegara en que nuestro enamoramiento claudicara, sólo esperaría recibirte entre mis brazos, pletórico de otro amor quizá más límpido...
26/3/09
Los amores...
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