Sabes te miraba acostada con mis ojos de bueno, tus ojos aprendían lentamente a soñar, y tu sueño iba a otro, a tu amor en estreno, embriagado de fuga, de capricho y de azar…Me tomaste una mano para palpar tu seno, tu corazón latía con el mío a la par: el tuyo acelerado por un amor ajeno, mi corazón tan cerca, sin poderlo alcanzar…Así dejé de amarte y empecé a comprenderte…Sentí que me tocaba como un roce de muerte, un dolor voluptuoso, pasajero y vulgar…Y mientras me veías mansamente a tu lado, yo escapaba en silencio, para siempre alejado…¡Aunque esta misma noche te vuelva a desnudar!...con mis manos recorra toda tu humanidad y si llego a detenerme no pienses que es para dejarte, solo será para besarte…
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