Muñeco Roto, no te queremos…

Perdóname, Señor: yo no quise emborrachar a tus Ángeles, pero he nacido esclavo, tendrás que protegerme mientras viva…Algunos no me dejarán tranquilo, no le darán descanso a mi sombra ni una camisa para abrigar mi soledad, mi cama seguirá vacía…Y tú tendrás que ayudarme, cuando me cierren las puertas al revelar mi origen, cuando me caigan a pedradas a la salida del escenario, cuando me escupan la cara y me levanten de madrugada para golpearme hasta dejarme sin pulso, y me digan: “Muñeco Roto, no te queremos…Vuelve a playa del Carmen, camina junto al mar, vuelve a la orilla a vender tus merengues o camarones, tal vez un agua de coco, vuelve a la arena a revolcarte con los tuyos…No te queremos…No aplaudiremos…Somos nosotros los elegidos en esta historia…No te queremos…Somos hermosos, guapos y valientes y justos…Para nosotros los aplausos, para ti las cadenas…Para nosotros las mujeres, para ti la soledad…Para nosotros las palabras, para ti los sonidos, los gestos y las lágrimas…No te queremos, regresa, bájate de ese escenario”…Pero yo no me iré, Señor, y mostraré mis llagas, y estaré orgulloso de mis llagas, y cantaré y bailaré y moriré en ese escenario y por los míos, y por ellos seré pasto, piedra, camino, océano, por ellos seré árbol encadenado a la tierra, por ellos me levantaré del barro hasta ser bandera, me abrazaré a la sangre de mis padres, ellos me seguirán con sus consejos desde el cielo, ellos me prestarán sus canciones y sus bailes, ellos rezarán por mí y por los que vienen detrás de mí…Y cuando mi alma desfallezca y mis manos desfallezcan y mis huesos desfallezcan, ellos me levantarán de nuevo para seguir luchando sobre ese escenario…Y yo veré la luz a pesar de las heridas, y a pesar de los rencores florecerán los sueños, y mis pasos poco a poco visitarán los escenarios, mis manos recorrerán las cuerdas de la guitarra, mis ojos aprenderán a ver otros ojos, a pesar de los reflectores, mi voz se fundirá con otras voces, mis palabras serán escuchadas y yo escucharé otras palabras…Y ya no habrá ira ni llanto, ya no habrá miedo ni olvido, y nuestro escenario será uno más entre los escenarios de la tierra, nuestro canto, baile, imitaciones y parodias propagará su ritmo como una movimiento de cadera, y tú, Señor, de memoria, cantarás con nosotros…porque ella, estará conmigo!!!