Un candado entre mis piernas...Muñeco Roto.

Puedes creerlo, tú sentada con tus amigas, mirando el show, sin darme cuenta, no sé si fueron tus risas o tu falda corta, quien atrajo mi atención, el reflector ilumino tu rostro y pude descubrir esa belleza en la oscuridad del lugar, sabia manera de conquistar la tuya, subiste a darme un beso y obediente al señalamiento del “gorila” me besaste la mejilla y con solo rozar tus tibias manos me sentía de ensueño...cuando me saludabas en forma breve al llegar a la habitación ya no podía dormir...me duraba la ilusión casi una madruga...cerraba mis ojos y llegaba a mi mente esa faldita corta, que dejaba al descubierto esas bien torneadas piernas, peor tu, eras simplemente una chica ordinaria como las gotas grandes en las que cabe un arco iris de cualquier día de lluvia...mas de sobra bastaba para amarla e incubarla, en el nido vacío de mi memoria nueva...fue mi contacto más erótico un juego al besarme en la mejilla, no me atreví jamás a contener tu cuerpo con el mío, sentí en mi tórax tu senos, esa blusa era mini, amarrada a tu cintura, me puso nervioso, mis dedos eran los mensajeros invisibles de todas mis caricias, y me ruborizaba ante el público que gritaba y los rebotes de tus movimientos cuando te alejabas y no calculados e imprevistos contra tus caderas, tus muslos o tus senos...ella jugo descalza aquella noche en el escenario...y me atreví a imaginarme nuestras manos unidas y tu cuerpo sobre mi cuerpo mientras le daba un beso…cuanto soñé con eso…luego la perdí, su coquetería no encontró eco en mi actuación de esa noche...y llore y llore y volví a llorar por lo que fue, una definitiva ausencia...y fue mi paño de lagrimas y consuelo, el abrazar la almohada donde dejo sus huellas, que hasta besaba mi cama vacía...y ahora, cuando en mi no resta asomo de aquella noche, si volviese a vivir, si regresara aquella madrugada...sobra decir que todo, hasta el menor detalle...sería completamente diferente...mas aclaro, el hecho de admirar una mujer, no quiere decir que yo sea infiel, porque ella, se quedo sentada en la mesa numero 12 de aquel lugar y yo, solo con mis recuerdos en la habitación en mi cama vacía…me puse un candado entre mis piernas para alejar los malos pensamientos...