Hoy como otras madrugadas no puedo dormir, la cama es tan ancha y me siento tan pobre, aquí en este espacio que huele a ti, y escuche a la almohada pronunciar tu nombre…Las sábanas dicen que no tenga frío, la cortina anuncia que amanecerá, pero me despierto y sólo está un vacío, otro día sin ti y tenerlo que empezar…en mi mente retumba: Tu sabes que yo te amo…La vida es como un eterno mecerse, hacia adelante, y hacia atrás…Nunca detenerse en el centro, tan sólo una pequeña pasada por momentos de equilibrio, y luego camino al eterno columpio…Recuerda esto a esas ancianas que se apoltronan en su silla mecedora y se pasan horas inclinándose hacia adelante, y hacia atrás…La mirada fija en el horizonte, como horadando en los recuerdos del pasado en un instante, y escrutando en las incertidumbres del futuro al momento siguiente, siempre meciéndose…¿Cuántas veces tenemos ganas de decir, de criticar, de negar, de oponernos, de resistirnos, de imponer nuestro particular punto de vista?...Es como un fuego interior, irresistible, el que nos grita…¡No puedes dejar las cosas así!...¡Es que te están tomando de tonto!...Mientras en tu cerebro retumba: Tu sabes que yo te amo…La mano de aquella mujer sus certeras caricias me acabaron por derribar… Tu sabes que yo te amo…Respiras en mi boca…Te salvé todas las vidas con el masaje de un maniático amputado por tus senos…Me convertiste en un Muñeco Roto para las noches de soledad…las de las lunas que me dan en la cara…las de sábanas limpias…las de palabras hambrientas…las de cuerpos desconocidos…que se vuelven a pegar… Me convertiste en un Muñeco Roto para los días de rutina laboral…para discutir hasta la eternidad…para alcoholizarme sin culpabilidad…para pegarle, abrazarle, abandonarle, regresarle, amenazarle, llorarle, reírle, amputarle y la extremaunción darle…Me convertiste en un Muñeco Roto por decirme: Tu sabes que yo te amo…
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