Señora frialdad...Tú sabes que yo te amo...Muñeco Roto!!

En el umbral de la habitación vacía, entre las fantasías irremediables de Muñeco Roto se detiene la sobra de una mujer y la mira directamente a los ojos…Fracción de segundos tal vez, pero mantuvo la mirada directa hacia ella…Esa mujer partiría, no podía hacer absolutamente nada para detenerla, así era siempre llegaba por las noches y al amanecer partía, esa mujer esboza una cómplice sonrisa, guiña un ojo, voltea y se va…Muñeco Roto, se deja caer sobre la cama vacía, respira profundamente, la sábana blanca lo envuelve, sabe que es irremediable la partida de esa mujer…Muñeco Roto recuerda cuando beso el costado del cuello de esa mujer y se escucharon pequeños y leves gemidos en el espacio cerrado de la habitación, sabía que era un sueño y consiente los movimientos, los halagos…Las manos de esa mujer acariciaban todo el cuerpo de Muñeco Roto, mientras él, buscaba los labios de aquella mujer…Es linda, esa mujer tiene clase, sabe cómo comportarse, su cabello bien cuidado, su lunar en alguna parte del cuerpo o tal vez caprichoso al final del cuello, su impecable apariencia ejecutiva, todo, todo le gusta…Ah Muñeco Roto le tiemblan sus dedos finos al sentir el leve cosquilleo que esa mujer les está haciendo con su dedo índice en movimientos circulares en la mano izquierda…Esa mujer acerca su boca con sus labios pintados y en la que aparece su lengua perfumada para humedecer los labios, invitándolo...Y se funden en un beso, en un vicioso beso que al mundo detiene…Muñeco Roto había soñado con cada una de las partes del cuerpo de esa mujer, conocía todos los detalles, detalles que cualquier hombre hubiese pagado una millonada por conocer, pero esa mujer se entregaba nada mas a este simple Muñeco Roto…Era raro por su forma tan misteriosa de actuar…y así como raro, apetecido, por muchas en el escenario…Pero su mente y corazón solo pertenecen a una mujer… Sé que debo verte como mujer y como hembra…Estas viva y hay fuego dentro de ti…Te deseo y pienso, tanto de día y en mis noches; que te siento y veo como el reloj de mi vida y de mi corazón…Me fascina tú cabello y tú espesura púbica; te hace ver más mujer, más hembra…Más Sol, más mar…Más fuego y espuma…Me alegra verte volar sobre mundos desconocidos con sus propias alas; me fascina como respiras y te embriagas con los bálsamos de tus primaveras; como dependes menos de la palabra o del consejo profesional, que carece de la sal y de la pasión de lo incandescente en el sentimiento…Me atrevo a llamarte mujer…Señora Hermosa…El destino es negro para quienes hacen historia…La predestinación los sacrifica sin piedad, para que otros le puedan cantar a la vida y a la rosa…Miro mi desnudo con mi cuerpo frágil, a las estocadas inmisericordes de los amores absurdos; que no sea el pan, ni fiesta de dos días; que sea mi nombre la enredadera que te abrigue…Siempre quise que mi sangre fuese miel y solo a tu lado lo será…Señora hermosa…o tal vez te llame: Señora frialdad…Tú sabes que yo te amo…aunque no pueda decir tu nombre…