Detrás del telón...Muñeco Roto.

Yo, tú, el escándalo mientras te deslizas por ese tubo que invocar el placer...Todos te miran, todos te desean, es tan solo un amor profano, la lujuria implica, muchos aplausos, tu lindo y hermoso cuerpo se desliza suavemente por ese tubo, te conviertes en una mujer de sus deseos, en tu interior hay un demonio con la imagen de la Diosa, que provoca, que deleitas, mientras tu ropa esparcida por el suelo, huele a perfume que impregna el lugar, tus brazos son armas que se pierden cuando te deslizas, a todos les quema en el consumo y el placer, sus gritos se pierden, mientras yo, en el escenario, tras el telón, mirando tu arte, mis pensamientos sumergidos en sábanas de satén, tu bikini a caído cerca de mí, alguien corre a recogerlo, y tu mirada me descubre, me regalas un sonrisa coqueta, sabes que te estoy admirando, que huelo tu perfume y que se apaga en tu caminar de diferentes maneras, dominado esos enormes tacones, y tu cuerpo de entrar, me provoca, eres apenas una niña con cuerpo de mujer bien formado y dominas ese tubo a la perfección, eso te convierte en la maestra del escenario, mientras trato de esconder mis labios, chupando ellos sus deseos, cuando tu cuerpo me entra, sigo el ritmo de la música, yo bailo en mi cuerpo que sudoroso te ofrece excitaciones y me pierdo en el éxtasis en última instancia, pierde, el tribunal de tu inocencia, la modestia y la dirección, porque no atiendes al público, sigues buscando tras el telón en mi mirada una repuesta, pero me guías por tu olor feroz, salvaje y dañino, que con tu mirada me has hecho sentirme desnudo, transparente que la tormenta muy de los deseos, mientras ellos, pagan por mirarte, tu quieres enseñarme tu cuerpo sin aplausos, mas yo no deseo desflorar tu cuerpo, porque tu cuerpo es ajeno, todos aplauden, yo me escondo, todo termina y buscas tras ese telon, pero yo ya no estoy, preguntas por mi y nadie me ha mirado, tu curiosidad te hace regresar, ahora el escenario es tan solo mío, los aplausos y las risas, te hacen reaccionar, me miras y no hay tubo ni tacones, y te escondes detrás del telón...