A todo se aprende en la vida, cuando se desea, más si se tiene el estimulo adecuado, y si no me creen lean, esta es la verdadera historia de la creación, erase una vez en el paraíso, la primera mujer y el primer hombre se miraron con curiosidad, era raro lo que tenían entre las piernas; ¿Te han cortado?...preguntó el hombre…No…dijo ella…Siempre he sido así…El la examinó de cerca…Se rascó la cabeza…Allí había una llaga abierta…Dijo: No comas yuca, ni plátanos, ni ninguna fruta que se raje al madurar, yo te curaré…acuéstate en la hamaca y descansa…todo saldrá bien, ella obedeció, con paciencia tragó los menjunjes de hierbas y se dejó aplicar las pomadas y los ungüentos, ahí donde se encontraba aquella cortada, ella, tenía que apretar los dientes para no reírse, cuando él le decía: No te preocupes…El juego le gustaba, aunque ya empezaba a cansarse de vivir en ayunas y tendida en una hamaca…La memoria de las frutas le hacía agua la boca…Una tarde, el hombre llegó corriendo a través de la floresta…Daba saltos de euforia y gritaba: ¡Lo encontré!...¡Lo encontré!...Acababa de ver al mono curando a la mona en la copa de un árbol…Es así…dijo el hombre, aproximándose a la mujer…Cuando terminó el largo abrazo, un aroma espeso, de flores y frutas, invadió el aire…De los cuerpos, que yacían juntos, se desprendían vapores y fulgores jamás vistos, y era tanta su hermosura que se morían de vergüenza los soles y los dioses…es ahí la forma de cómo nació el amor!!!
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