Quiero contarles parte del show, presentado en las Vegas, era el momento del show y mientras cantaba recordaba aquella frase que había leído en la Biblia “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” Génesis 2:21-24, ahí dio comienzo al show, el lugar estaba lleno de parejas y pensé: una sola carne, que tan difícil es cumplir esa voluntad de Dios, siempre que presento el show, llegan parejas y desde el escenario los miro, los abrazos, los besos y las miradas, mezcla de amor y pasión, para aquellas parejas, tal vez esposos, tal vez amantes, pero es una como una fusión total del uno con el otro…Desde el escenario y bajo los rayos de los reflectores los miro y son “Dos en uno”, pero en verdad unen su esfuerzo para sacar a su familia adelante, o tal vez sea solo una noche de pasión, donde alguno de los dos no querrá despertar, cuando se está soltero tal vez tuvieron que desarrollar tareas de forma independiente e incluso atender y disfrutar de los amigos de forma separada…Los miro fijamente y de mirar ese alboroto lleno de amor, llego a pensar de que nacieron juntos y permanecerán juntos para siempre, estarán juntos cuando las blancas alas de la muerte esparzan sus días…Y también en la memoria silenciosa de Dios estarán juntos…Pero dejarán que crezcan espacios en su cercanía…Y dejarán que los vientos del cielo libren sus danzas entre ellos…Ámense con devoción, pero no hagan del amor una atadura…Hagan del amor un mar móvil entre las orillas de sus almas…Llénense uno al otro sus copas, pero no beban de una misma copa…Compartir su pan, pero no coman del mismo trozo…Canten y bailen juntos y estén alegres, pero que cada uno de ustedes sea independiente…Las cuerdas de un laúd o de una guitarra están separadas aunque vibren con la misma música…Den su corazón, pero no para que su compañero de adueñe de él…Porque sólo la mano de la Vida puede contener los corazones…Y ni el roble crece bajo la sombra del ciprés ni el ciprés bajo la del roble…Pues cuando llegue ese invierno tan esperado habrán cambiado sus vidas otra vez, ya serán ancianos y volverán a ser “Dos en uno”…Para caminar irán cogidos del brazo para ayudarse y no perder el equilibrio…Tendrán una sola memoria, ya que uno se acordaba de unas cosas y el otro de otras…Comerán entre los dos, lo que antes comía uno solo…Los motivos de felicidad también se habrán unificado ya que ahora la fuente más importante de alegría para ellos dos era la mirada sonriente de sus nietecitos…Solo así, de esa manera llegaran a ser “Dos en uno”…Me he puesto algo nostálgico, pero la verdadera historia es que se muere el hombre de ese cuento del matrimonio, llega al cielo y descubre que en el cielo habían muchas mujeres, alguna guapas, otras mejores, su corazón se entristece, pero sus ojos se iluminan, su esposa se quedo en la tierra, el ya había cumplido con aquel mandato: “De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” Mateo 19:6, pero la muerte solo los había separado, en eso precisos momentos sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz de una mujer, le pareció conocida y que le dijo: “mi amor, ya te alcancé, ya estamos de nuevo juntos” y aquel hombre se quedo pálido, algo asustando y solo logro balbucear: ah no, la muerte ya nos separo, yo ya cumplí con los mandatos de Dios y la biblia dice: “La mujer está ligada a su marido mientras éste vive. Pero si se muere queda libre y puede casarse con quien desee, siempre que sea un matrimonio cristiano” 1 Corintios 7:39…Así que ahora soy libre, en la tierra fuimos “Dos en uno”, pero ahora quiero mi libertad!!!
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