Anoche en la presentación del show, yo no sé como pasó, que al encontrarte algo me sucedió, entraste con tu vestido color negro, zapatilla de tacón muy fino, tu cuerpo escultural, y tu sonrisa, me distrajo, todos te miraban al caminar, tu sonreías, y saludabas, acompañada de tus amigos, ellos, me miraban, como bicho raro, algo debes haber contado, pero será que tu estabas mal, te habías equivocado, yo todo lo había aclarado, una infidelidad no la perdono y tu habías sido infiel, y pensabas que yo sin nadie a quien amar y mi corazón ya tiene dueña, mientras cantaba: “Por el amor de una mujer he dado todo cuanto fui, lo más bonito de mi vida, mas ese tiempo que perdí ha de servirme alguna vez cuando se cura bien mi herida”; no podía creer esto que está pasando; me sentía abandonado, desarmado, confuso, pero no quería que nadie se diera cuenta, ese era mi secreto y un secreto no es de dos, es mío nada mas, lo pasado, pasado es, lo que sucedió en un lugar, en el lugar se queda, mi vida continuaba, acompañado de soledad o acompañado de mi guitarra, total que más da, un papel me entrego el mesero, no sabía de dónde lo mandaban, tal vez era alguna petición, tal vez era alguna felicitación, pero algo me decía que eras tu quien lo había mandado y continuaba cantando: “Por el amor de una mujer llegue a llorar y enloquecer mientras ella se reía, rompí en pedazos un cristal deje mis penas desangrar pues no sabía lo que hacia”; y llego el momento del papel y lo tenía que leer, cuando leí su contenido, eras tu, quien te atrevías a llegar de nuevo a mí, pero cambie su contenido por las siguientes palabras que mencione: “me han mandado este papel y viene escrito con buena letra, mas no se quien lo mando, pero le daré lectura y dice: Ya no eres la mujer, esa que tanto me amaba, te noto tan distante y esquiva la mirada, sé que no eres para mi, que andas todo el día pintada y hasta te teñiste el pelo y usas la ropa más ajustada, tal vez me dediqué demasiado a mi trabajo que descuidé a la mujer que yo amaba tanto” y continúe cantando: “Por el amor de una mujer jugué con fuego sin saber que era yo quien me quemaba, bebí las fuentes del placer hasta llegar a comprender que era a mí a quien amabas”; ahí me di cuenta de que uno de tus acompañantes no era tu amigo, era más que tu amigo y tu me coqueteabas, que ingenua, pero yo no podía creer esto que está pasando, habías sido infiel y continuabas siendo infiel, y tu tratando de que yo te importara, ingenua, si me tengo que vestir está mi ropa manchada, si tengo que salir la camisa está arrugada, no podía creer, me siento abandonado y hasta diría que a las noches me siento despreciado, yo no sé por qué estás si tienes algo a escondidas, tal vez no te marchas, te gusta la rutina, ya no eres la mujer, esa que tanto me amaba, se que en algo mientes, te conozco, te vende la mirada…
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