Te invito...aceptas...escribeme...Renato.

He aquí todo lo que soy y seré por siempre: No me creerás si te digo que soy un ladrón; sin que te dieras cuenta, te he robado de madrugadas el sentir tu piel…sin que tú te dieras cuenta te asalte aquella madrugada, para hacerte mía, me aferre a tu cintura y con mis labios me resbale lentamente, buscaba el sur de tu ombligo, cuando lo encontré de inmediato deje caer unos besos entre tus piernas, tal vez alguno cayó al suelo, y hasta el suelo se estremeció, esa madrugada en la geografía de tu cuerpo te puse tanto regalos como una ronda de niños, tus senos se convirtieron en un par de trozos de levadura para envolver el alimento….pero sucede que mi nombre ha sido escrito para tomar por asalto todos los lugares donde crece la flor…por eso conozco toda la geografía de tu cuerpo, me fundí en tu piel y te sentiste mía…En mi mano están las líneas de la suerte de los escenarios y de los bares de cada noctambulo en busca de diversión…mas mi boca es la verdadera llama furiosa que termina con las ropas sucias de la hipocresía y se envuelven en tu amor…el cielo tiene en mí la cura para tus tormentas; tu “cajita de emociones” ha encontrado a su “malhecho” y lo levanta como a una preciosa bandera…sin tener país de origen…si te digo que el amor está en la gota de un río, tendrás que creerme, pues es allí donde las arenas terminarán besándose como dos jóvenes amantes…en estas palabras, que te digo, deposito las monedas de la riqueza del alma, rosas finas y descanso para cada mujer, porque de una mujer naci y en una mujer me perderé, toda una vida sin separarme de su lado, ella será mi triunfo o mi perdición, pero beberé siempre de su pasión…pido dignidad y decencia para la mujer, joven o entrada en años, no interesa su profesión de ama de casa o de prostituta, oído y paciencia para los borrachos de los bares nocturnos; porque si te digo que desde ahora cruje la ceniza y vuelve a calentar la brasa del amor, tendrás que creerme y estirar tus manos para tocar el sueño del que te he hablado y dejar que tus manos recorran mi piel…yo no decido…eres tu quien decide…caminar por tu lado…o caminar a mi lado...